Consejos para una buena gestión del mantenimiento de flotas

Mantener tus vehículos en buen estado y a tus conductores seguros en la carretera es esencial para lograr los objetivos de ventas y servicio de tu empresa. Entonces, ¿qué puedes hacer para mantener tu flota en un óptimo estado? Si tienes una flota de camiones y estás interesado en una buena gestión del mantenimiento preventivo para poder continuar con tu negocio, no te puedes perder el siguiente artículo que FUSO tiene para ti. Usa esta lista de verificación para mantener y cuidar tus vehículos y así tengan una mayor vida útil.

¿Qué es el mantenimiento de flotas?

El mantenimiento de flotas es la aplicación de una rutina u horarios de mantenimientos, así como el proceso de cuidado de tus vehículos. Este programa ayuda a mantener seguros tanto a los vehículos de la flota como a los conductores, lo que a su vez permite que tu negocio se mantenga rentable.

Como administrador de flota, tus necesidades pueden estar creciendo: a medida que la tecnología se vuelve más sofisticada en todos los segmentos de clase de vehículos, sus piezas son cada vez más complicadas y costosas. En algunos casos, las piezas tardan más en ser reparadas o requieren la necesidad de diagnósticos electrónicos. Combinado con la escasez de técnicos calificados, todo esto significa que las reparaciones pueden ser difíciles de manejar en la era moderna.

Sin embargo, a pesar de que es una parte tan crítica de tu negocio, puedes simplificarla al estar al tanto de tus vehículos regularmente y conociendo los dos tipos de mantenimientos para flotas:

• Mantenimiento programado: De la misma manera que los controles de salud programados pueden detectar y solucionar problemas médicos menores antes de que se conviertan en grandes, el mantenimiento preventivo programado de la flota puede ayudar a prevenir, detectar y reparar pequeños problemas antes de que se conviertan en problemas graves y costosos.
• Mantenimiento correctivo: Por otro lado, los controles correctivos (no programados) generalmente solo ocurren después de algún tipo de avería. Casi siempre son más costosos que las revisiones de rutina y pueden implicar un «tiempo de inactividad» significativo que pudo haberse evitado con el mantenimiento preventivo regular.

1. Realiza una lista

Si cuidas correctamente tus vehículos, podrás reducir las reparaciones no programadas y el tiempo de inactividad. Cuando desarrolles el plan de mantenimiento de su flota, realízate estas cinco preguntas:

• ¿Qué debe cubrirse en el chequeo de mantenimiento preventivo?
• ¿Quién será responsable del servicio de mantenimiento preventivo?
• ¿Cada cuánto deben realizarse las revisiones?
• ¿Cómo puedes simplificar los registros y los historiales de mantenimiento?

Adicionalmente, el mantenimiento preventivo debe incluir los siguientes puntos y componentes:

• Cambios de aceite y filtro de motor
• Fluido de la transmisión
• Sistema de combustible
• Sistema de refrigeración
• Soportes de motor y transmisión
• Ejes de transmisión o juntas CV
• Cinturones y mangueras
• Componentes del sistema eléctrico
• Sistema de frenado
• Sistema de dirección y suspensión
• Revisión de la presión y rotación de los neumáticos
• Sistema de escape
• Tren de rodaje y bastidor
• Luces exteriores e interiores
• Chasis, vidrio y espejos
• Sistema de limpiaparabrisas
• Cinturones de seguridad y estructuras de asiento
• Fugas de fluido
• Sistemas auxiliares

2. Examina tus datos de mantenimiento

Desarrolla un programa de mantenimiento preventivo que funcione para tu flota. Los kilómetros recorridos, las horas en los que el motor permanece activo, el uso de combustible, el tipo de trabajo que se realiza y el tiempo entre revisiones las guías típicas que se utilizan para crear un cronograma de este tipo.

Al contabilizar también el número de averías, reparaciones de emergencia, entre otros, es posible que veas patrones que requieren ajustes en la rutina.

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3. Compra vehículos correctamente

Es importante estar al tanto de las tareas que enfrentará cada vehículo. Tómate el tiempo para describir el uso que le darás a cada camión, ya que al hacerlo, podrás reducir los costos de tu empresa. Al adquirir una unidad con las especificaciones erróneas, es decir, sin tomar en cuenta el uso y la carga transportada, puede generar problemas de mantenimiento en el futuro, los cuales podrían afectar el presupuesto de tu empresa.

Antes de comprar un camión, bus u otro tipo de vehículo para el objetivo y los servicios de tu empresa, consulta con los fabricantes sobre qué unidad se ajustaría más a tus necesidades. Considera el uso, las condiciones de operación, lo que se transportará, etc.

4. Capacita a tus conductores

Tus conductores son la primera línea de defensa contra averías y reparaciones inesperadas. Al capacitar e incentivar a que los conductores completen las inspecciones diarias del vehículo, incluidas las verificaciones previas y posteriores a un viaje, podrás abordar los problemas mientras aún sean menores.

De esta manera, ayudarás a evitar reparaciones costosas en el futuro. Recuerda que es fundamental que ellos te avisen de inmediato cualquier problema que tenga un vehículo.

5. Revisa la presión de los neumáticos regularmente

Probablemente escuchas sobre la importancia de la presión de los neumáticos todo el tiempo, pero a menudo muchos conductores u operadores de vehículos pasan por alto este aspecto importante del mantenimiento. La presión de los neumáticos afecta la experiencia de manejo, el desgaste de las ruedas y el consumo de combustible. Todo lo anterior puede afectar la seguridad del vehículo y del conductor.

Del mismo modo, también se pasa por alto el efecto de la temperatura del aire sobre la presión de los neumáticos con los cambios de temporada. Es por ello que debes inculcar la importancia de controlar y mantener la presión de los neumáticos de todos tus vehículos con tus conductores.

Minimiza el tiempo de inactividad, mejora la satisfacción del cliente y optimiza la productividad de tu empresa al llevar a cabo una buena gestión del mantenimiento de flotas.

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